Utopía, término controvertido, que ha sido utilizado como excusa y justificación de las políticas mas sanguinarias y catastróficas del siglo XX, pero...¿tiene que ser necesariamente así?. Aquí os dejo la presentación que hemos estado usando en clase para tratar el tema. Que os sea de provecho.
Os recuerdo que tenéis la presentación que sirvió para explicar el segundo tema en "Ciudadsofía".
▼
Páginas en BaBel
▼
19 febrero, 2018
10 febrero, 2018
Descartes: axiomas y teoremas
Ya conoces la famosa frase de la Academia: "no entre aquí quién no conozca geometría", bueno pues nosotros vamos, más bien, a hacerle caso a Descartes, y teniendo en cuenta que el buen sentido es "lo mejor repartido del mundo", aunque no sepamos mucha geometría, intentaremos comprender la filosofía racionalista.
Descartes imaginó su nueva filosofía como un sistema formal axiomático, es decir un conjunto de ideas, como cualquier otro conocimiento, pero organizado al modo de las matemáticas. Esto significa lo siguiente: partimos de unas ideas cuya verdad resulta evidente e incuestionable, las ideas innatas o primeros principios y deducimos de ellas, de un modo riguroso otras ideas hasta llegar a conclusiones. De este modo esas "cadenas de razonamientos" serán un camino seguro a la verdad.
Seguro que nuestro filósofo tenía en su mente la geometría euclidiana, que se basaba en cinco simples y evidentes axiomas, de los que se deducen otras ideas, por ejemplo, el teorema de Pitágoras
Para los más curiosos: si quieres comprender cómo deducir un teorema a partir de un axioma, échale un vistazo a esta presentación que de forma muy intuitiva, partiendo del sistema axiomático de Euclides, lo explica superbien.
05 febrero, 2018
El apocalipsis zombi y la hipótesis del contrato social
La ficción del apocalipsis zombi (que ejemplifica la serie “The walking dead”)
tiene un potente simbolismo filosófico que se analiza en este
interesante ensayo: expresa lo que sería un mundo inhumano, es decir, un mundo
en el que la ley hubiese desaparecido, el colapso total de la civilización, nos muestra cómo sería la existencia en
un mundo salvaje. La imagen no puede ser más catastrófica: sin orden ni
autoridad ni ley, la vida se convierte en una mera lucha por la supervivencia,
una especie de guerra de todos contra todos (en la serie de humanos contra
humanos y humanos contra zombis) . El zombi representa a quién, perdida la
capacidad de razonar y sentir, ha perdido su humanidad. No es un animal ni un
autómata, es algo peor; es un zombi, un muerto viviente.

Muchos filósofos reflexionaron sobre cómo sería una existencia sin ley ni orden social, lo llamaron el “estado de naturaleza”. Concluyeron la necesidad de vivir sometidos a una ley. Es el “Estado Social”.
Esta hipótesis les permitió valorar qué se gana y qué se pierde cuando aceptamos vivir sometidos al imperio de la ley.
En el siguiente vídeo, Darin MacNabb nos explica en qué consiste la hipótesis del contrato social, el punto de partida es sencillo: tal como plantea la ficción del mundo-zombi, la desaparición de la ley supone el regreso a la fuerza bruta.
La cuestión central que se debate es la del sometimiento a la ley: ¿por qué aceptamos obedecer?: Maquiavelo y -explica MacNabb- Gengis Khan o George Bush en Afganistán, entienden que la gente obedece por miedo: puro sometimiento a la fuerza, usada ésta de forma mas o menos maquiavélica.
Thomas Hobbes, John Locke, Jean Jacques Rousseau, y John Raws (este último en el siglo XX), ofrecieron una alternativa más civilizada a la cuestión del sometimiento: obedecemos porque consideramos legítimo el poder, y lo consideramos legítimo porque hemos dado nuestro consentimiento, hemos aceptado que imponga su autoridad.
Se supone que si consentimos es porque creemos ventajoso vivir bajo el imperio de la ley, y este es el meollo de la idea del contrato social: ¿qué ganamos viviendo en sociedad?, ¿es mejor o peor que vivir en un "estado de naturaleza"?.
Como veremos, cada uno de los filósofos citados en el párrafo anterior tiene su propia versión del asunto, pero a todos les une la idea de que vivir en sociedad ofrece muchas ventajas, aunque el precio a pagar sea la pérdida de la libertad individual.