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Profesora de Filosofía del IES Severo Ochoa (Granada)

Selección de textos EVAUS

Esta es una recopilación de alguno de los textos que han sido seleccionados para  las pruebas de selectividad en  las últimos cinco convocatorias (junio y septiembre). Hace dos años, en la convocatoria de 2010, se  cambió la propuesta de examen y la extensión de algunos textos, por eso en esta recopilación aparecen algunos fragmentos (de Platón y Descartes) que en la actualidad no se estudian. En rojo los que ahora no se estudian. Los términos que aparecen subrayados son aquellos cuyo significado hubo que explicar.


Esta recopilación tiene un carácter  meramente orientativo, los fragmentos que aparecen  no son todos los que fueron seleccionados ni tienen por que volver a ser a serlo.

Platón: "La República", Libros VI, VII



"Comprende entonces la otra sección de lo inteligible, cuando afirma que en ella la razón misma
aprehende, por medio de la facultad dialéctica, y hace de los supuestos no principios sino realmente
supuestos, que son como peldaños y trampolines hasta el principio del todo, que es no supuesto, y tras
aferrarse a él, ateniéndose a las cosas que de él dependen, desciende hasta una conclusión, sin servirse
para nada de lo sensible, sino de Ideas, a través de Ideas y en dirección a Ideas hasta concluir en Ideas."
(2007)

"Pienso, en todo caso, que, si se desconoce en qué sentido las cosas justas y bellas del Estado son
buenas, no sirve de mucho tener un guardián que ignore esto en ellas; y presiento que nadie conocerá
adecuadamente las cosas justas y bellas antes de conocer en qué sentido son buenas.
- Presientes bien.
- Pues entonces nuestro Estado estará perfectamente organizado, si el guardián que lo vigila es alguien
que posee el conocimiento de estas cosas."
(2007)

"Pues bien, querido Glaucón, debemos aplicar íntegra esta alegoría a lo que anteriormente ha sido
dicho, comparando la región que se manifiesta por medio de la vista con la morada-prisión, y la luz del
fuego que hay en ella con el poder del sol; compara, por otro lado, el ascenso y contemplación de las
cosas de arriba con el camino del alma hacia el ámbito inteligible, y no te equivocarás en cuanto a lo que
estoy esperando, y que es lo que deseas oír. Dios sabe si esto es realmente cierto; en todo caso, lo que a
mí me parece es que lo que dentro de lo cognoscible se ve al final, y con dificultad, es la Idea del Bien.
(2007)

"-En tal caso, el sol no es la vista pero, al ser su causa, es visto por ella misma.

- Así es.
- Entonces ya podéis decir qué entendía yo por el vástago del Bien, al que el Bien ha en­gendrado análogo a sí mismo. De este modo, lo que en el ámbito inteligible es el Bien res­pecto de la inteligencia y de lo que se intelige, esto es el sol en el ámbito visible respecto de la vista y de lo que se ve. "
(2006)
-Del mismo modo piensa así lo que corresponde al alma: cuando fija su mirada en objetos sobre los cuales brilla la verdad y lo que es, intelige, conoce y parece tener inteligencia; pero cuando se vuelve hacia lo sumergido en la oscuridad, que nace y perece, entonces opina y percibe débilmente con opiniones que la hacen ir de aquí para allá, y da la impre­sión de no tener inteligencia.
- Eso parece, en efecto.
- Entonces, lo que aporta la verdad a las cosas cognoscibles y otorga al que conoce el po­der de conocer, puedes decir que es la Idea del Bien.
 (2006)
 -Y si a la fuerza se lo arrastrara por una escarpada y empinada cuesta, sin soltarlo antes de llegar hasta la luz del sol, ¿no sufriría acaso y se irritaría por ser arrastrado y, tras llegar a la luz, tendría los ojos llenos de fulgores que le impedirían ver uno solo de los objetos que ahora decimos que son los verdaderos?...Necesitaría acostumbrarse, para poder llegar a mirar las cosas de arriba. En primer lugar miraría con mayor facilidad las sombras, y después las figuras de los hom­bres y de los otros objetos reflejados en el agua, luego los hombres y los objetos mismos. A continua­ción contemplaría de noche lo que hay en el cielo y el cielo mismo, mirando la luz de los astros y la luna más fácilmente que, durante el día, el sol y la luz del sol.
 (2006)
"Examina ahora el caso de una liberación de sus cadenas y de una curación de su ignorancia, qué pasaría si naturalmente les ocurriese esto: que uno de ellos fuera liberado y forzado a levantarse de repente, volver el cuello y marchar mirando a la luz, y al hacer todo esto, sufriera y a causa del encandilamiento fuera incapaz de percibir aquellas cosas cuyas sombras había visto antes. ¿Qué piensas que respondería si se le dijese que lo que había visto antes eran fruslerías y que ahora, en cambio, está más próximo a lo real, vuelto hacia cosas más reales y que mira correctamente? Y si se le mostrara cada uno de los objetos que pasan del otro lado del tabique y se le obligara a contestar preguntas sobre lo que son, ¿no piensas que se sentirá en dificultades y que considerará que las cosas que antes veía eran más verdaderas que las que se le muestran ahora?"
Platón, República, Libro VII.
(2010)
"Y los que los estudian se ven forzados a estudiarlos por medio del pensamiento discursivo, aunque no por los sentidos. Pero a raíz de no hacer el examen avanzando hacia un principio sino a partir de supuestos, te parece que no poseen inteligencia acerca de ellos, aunque sean inteligibles junto a un principio. Y creo que llamas “pensamiento discursivo” al estado mental de los geómetras y similares, pero no “inteligencia”; como si el “pensamiento discursivo” fuera algo intermedio entre la opinión y la inteligencia
- Entendiste perfectamente. Y ahora aplica a las cuatro secciones estas cuatro afecciones que se generan en el alma; inteligencia, a la suprema; pensamiento discursivo, a la segunda; a la tercera asigna la creencia y a la cuarta la conjetura; y ordénalas proporcionadamente, considerando que cuanto más participen de la verdad tanto más participan de la claridad.
Platón, República, Libro VI.
(2010)
"- A esto me refería como la especie inteligible. Pero en esta su primera sección, el alma se ve
forzada a servirse de supuestos en su búsqueda, sin avanzar hacia un principio, por no poder
remontarse más allá de los supuestos. Y para eso usa como imágenes a los objetos que abajo
eran imitados, y que habían sido conjeturados y estimados como claros respecto de los que eran
sus imitaciones.
- Comprendo que te refieres a la geometría y a las artes afines.
- Comprende entonces la otra sección de lo inteligible, cuando afirma que en ella la razón misma
aprehende, por medio de la facultad dialéctica, y hace de los supuestos no principios sino
realmente supuestos, que son como peldaños y trampolines hasta el principio del todo, que es
no supuesto, y tras aferrarse a él, ateniéndose a las cosas que de él dependen, desciende hasta
una conclusión, sin servirse para nada de lo sensible, sino de Ideas, a través de Ideas y en
dirección a Ideas hasta concluir en Ideas."
PLATÓN: República, Libro VI.
(2011)

"- Pues bien, querido Glaucón, debemos aplicar íntegra esta alegoría a lo que anteriormente ha
sido dicho, comparando la región que se manifiesta por medio de la vista con la morada-prisión,
y la luz del fuego que hay en ella con el poder del sol; compara, por otro lado, el ascenso y
contemplación de las cosas de arriba con el camino del alma hacia el ámbito inteligible, y no te
equivocarás en cuanto a lo que estoy esperando, y que es lo que deseas oír. Dios sabe si esto
es realmente cierto; en todo caso, lo que a mí me parece es que lo que dentro de lo cognoscible
se ve al final, y con dificultad, es la Idea del Bien. Una vez percibida, ha de concluirse que es la
causa de todas las cosas rectas y bellas, que en el ámbito visible ha engendrado la luz y al señor
de ésta, y que en el ámbito inteligible es señora y productora de la verdad y de la inteligencia, y
que es necesario tenerla en vista para poder obrar con sabiduría tanto en lo privado como en lo
público."
PLATÓN: República, Libro VII
(2011)

R. Descartes: Discurso del método, partes II y IV.

"Pero puesto que había conocido en mí muy claramente que la naturaleza inteligente es distinta de la corporal, considerando que toda composición indica dependencia y que ésta es manifiesta­mente un defecto, juzgaba por ello que no podía ser una perfección de Dios el estar compuesto de estas dos naturalezas y que, por consiguiente, no lo estaba; por el contrario, pensaba que si existían cuerpos en el mundo o bien algunas inteligencias u otras naturalezas que no fueran totalmente perfectas, su ser debía depender de su poder de forma tal que tales naturalezas no podrían subsistir sin él ni un solo momento."

 Discurso del Método, IV. (2006)

"Las largas cadenas de razones simples y fáciles, por medio de las cuales generalmente los geómetras llegan a alcanzar las demostraciones más difíciles, me habían proporcionado la ocasión de imaginar que todas las cosas que pueden ser objeto del conocimiento de los hombres se entrelazan de igual forma y que, absteniéndose de admitir como verdadera alguna que no lo sea y guardando siempre el orden necesario para deducir unas de otras, no puede haber algunas tan alejadas de nuestro conocimiento que no podamos, finalmente, conocer ni tan ocultas que no podamos llegar a descubrir."

 Discurso del método, II. (2006)
"Pero no podía opinar lo mismo acerca de la idea de un ser más perfecto que el mío, pues que
procediese de la nada era algo manifiestamente imposible y puesto que no hay repugnancia menor en que
lo más perfecto sea una consecuencia y esté en dependencia de lo menos perfecto, que la existente en quealgo proceda de la nada, concluí que tal idea no podía provenir de mí mismo. De forma que únicamente
restaba la alternativa de que hubiese sido inducida en mí por una naturaleza que realmente fuese más
perfecta de lo que era la mía y, también, que tuviese en sí todas las perfecciones de las cuales yo podía
tener alguna idea, es decir, para explicarlo con una palabra que fuese Dios"

 Discurso del Método, IV.(2007)

" Y en relación con el error más común de nuestros sueños, consistente en representamos diversos
objetos de la misma forma que la obtenida por los sentidos exteriores, carece de importancia el que nos dé
ocasión para desconfiar de la verdad de tales ideas, pues pueden inducirnos a error frecuentemente sin que durmamos como sucede a aquellos que padecen de ictericia, que todo lo ven de color amarillo o cuando los astros u otros cuerpos demasiado alejados nos parecen de tamaño mucho menor del que en realidad poseen. Pues bien, estemos en estado de vigilia o bien durmamos, sólo debemos dejarnos persuadir por la evidencia de nuestra razón."
 Discurso del Método, IV. (2007)

"Pero lo que me producía más agrado de este método era que siguiéndolo estaba seguro de utilizar
en todo mi razón, si no de un modo absolutamente perfecto, al menos de la mejor forma que estaba a mi
alcance. Por otra parte, me daba cuenta de que la práctica del mismo habituaba progresivamente mi
ingenio a concebir de forma más clara y distinta sus objetos y, puesto que no lo había limitado a materia
alguna en particular, me prometía aplicarlo con igual utilidad a dificultades propias de otras ciencias al
igual que lo había realizado con las del Álgebra. Con esto no quiero decir que pretendiese examinar todas
aquellas dificultades que se presentasen en un primer momento, pues esto hubiera sido contrario al orden
que el método prescribe."
 Discurso del Método, IV.(2007)




"Hacía tiempo que había advertido que, en relación con las costumbres, es necesario en algunas ocasiones seguir opiniones muy inciertas tal y como si fuesen indudables, según he advertido anteriormente. Pero puesto que deseaba entregarme solamente a la búsqueda de la verdad, opinaba que era preciso que hiciese todo lo contrario y que rechazase como absolutamente falso todo aquello en lo que pudiera imaginar la menor duda, con el fin de comprobar si, después de hacer esto, no quedaría algo en mi creencia que fuese enteramente indudable. Así pues, considerando que nuestros sentidos en algunas ocasiones nos inducen a error, decidí suponer que no existía cosa alguna que fuese tal y como nos la hacen imaginar."
Discurso del método, IV. (2010)

"Estimaba correcto que, suponiendo un triángulo, entonces era preciso que sus tres ángulos
fuesen iguales a dos rectos; pero tal razonamiento no me aseguraba que existiese triángulo
alguno en el mundo. Por el contrario, examinando de nuevo la idea que tenía de un Ser Perfecto,
encontraba que la existencia estaba comprendida en la misma de igual forma que en la del
triángulo está comprendida la de que sus tres ángulos sean iguales a dos rectos o en la de una
esfera que todas sus partes equidisten del centro e incluso con mayor evidencia. Y, en
consecuencia, es por lo menos tan cierto que Dios, el Ser Perfecto, es o existe como lo pueda
ser cualquier demostración de la geometría."
 Discurso del Método, IV.(2011)

"Posteriormente, examinando con atención lo que yo era, y viendo que podía fingir que carecía de
cuerpo, así como que no había mundo o lugar alguno en el que me encontrase, pero que, por
ello, no podía fingir que yo no era, sino que por el contrario, solo a partir de que pensaba dudar
acerca de la verdad de otras cosas, se seguía muy evidente y ciertamente que yo era, mientras
que, con solo que hubiese cesado de pensar, aunque el resto de lo que había imaginado hubiese
sido verdadero, no tenía razón alguna para creer que yo hubiese sido, llegué a conocer a partir
de todo ello que era una sustancia cuya esencia o naturaleza no reside sino en pensar y que tal
sustancia, para existir, no tiene necesidad de lugar alguno ni depende de cosa alguna material."
 Discurso del Método, IV. (2011)

F. Nietzsche, "El crepúsculo de los ídolos"

"Por su génesis el lenguaje pertenece a la época de la forma más rudimentaria de psicología: penetramos en un fetichismo grosero cuando adquirimos cons­ciencia de los presupuestos básicos de la metafísica del lenguaje, dicho con claridad: de la razón. Ese fetichismo ve en todas partes agentes y acciones: cree que la voluntad es la cau­sa en general, cree en el "yo", cree que el yo es un ser, que el yo es una sustancia, y proyec­ta sobre todas las cosas la creencia en la sustancia‑yo  ‑así es como crea el concepto "co­sa"... El ser es añadido con el pensamiento, es introducido subrepticiamente en todas par­tes como causa; del concepto "yo" es del que se sigue, como derivado, el concepto "ser".... "
(2006)

"De hecho, hasta ahora nada ha tenido una fuerza persua­siva más ingenua que el error acerca del ser, tal como fue formulado, por ejemplo, por los eléatas: ¡ese error tiene en favor suyo, en efecto, cada palabra, cada frase que nosotros pro­nunciamos! ‑También los adversarios de los eléatas sucumbieron a la seducción de su con­cepto de ser: entre otros Demócrito, cuando inventó su átomo... La "razón" en el lenguaje: ¡oh, qué vieja hembra engañadora!  Temo que no vamos a desembarazarnos de Dios por­que continuamos creyendo en la gramática.... "
(2006)

Cuarta tesis. Dividir el mundo en un mundo "verdadero" y en un mundo "aparente", ya sea al modo del cristianismo, ya sea al modo de Kant (en última instancia, un cristiano alevo­so), es únicamente una sugestión de la décadence, ‑un síntoma de vida descendente... El hecho de que el artista estime más la apariencia que la realidad no constituye una objeción contra esta tesis. Pues "la apariencia" significa aquí la realidad una vez más, sólo que se­leccionada, reforzada, corregida... El artista trágico no es un pesimista, ‑dice precisamente sí incluso a todo lo problemático y terrible, es dionisíaco...."
(2006)



"La “razón” es la causa de que nosotros falseemos el testimonio de los sentidos. Mostrando el
devenir, el aparecer, el cambio, los sentidos no mienten ... Pero Heráclito tendrá eternamente razón al
decir que el ser es una ficción vacía. El mundo “aparente” es el único: el “mundo verdadero” no es más
que un añadido mentiroso."
(2007)


"Dividir el mundo en un mundo "verdadero" y en un mundo "aparente", ya sea al modo del
cristianismo, ya sea al modo de Kant (en última instancia, un cristiano alevoso), es únicamente una
sugestión de la décadence, -un síntoma de vida descendente... El hecho de que el artista estime más la
apariencia que la realidad no constituye una objeción contra esta tesis. Pues "la apariencia" significa aquí
la realidad una vez más, sólo que seleccionada, reforzada, corregida... El artista trágico no es un
pesimista, -dice precisamente sí incluso a todo lo problemático y terrible, es dionisiaco."
(2007)


"Me pregunta usted qué cosas son idiosincrasia en los filósofos?... Por ejemplo, su falta de sentido
histórico, su odio a la noción misma de devenir, su egipticismo. Ellos creen otorgar un honor a una cosa
cuando la deshistorizan, sub specie aeterni [desde la perspectiva de lo eterno], cuando hacen de ella una
momia. Todo lo que los filósofos han venido manejando desde hace milenios fueron momias
conceptuales; de sus manos no salió vivo nada real. Matan, rellenan de paja, esos señores idólatras de los
conceptos, cuando adoran, -se vuelven mortalmente peligrosos para todo, cuando adoran. La muerte, el
cambio, la vejez, así como la procreación y el crecimiento son para ellos objeciones,- incluso refutaciones.
Lo que es no deviene; lo que deviene no es... Ahora bien, todos ellos creen, incluso con
desesperación, en lo que es. Mas como no pueden apoderarse de ello, buscan razones de por qué se les
retiene. Tiene que haber una ilusión, un engaño en el hecho de que no percibamos lo que es: ¿dónde se
esconde el engañador?"
(2007)

"Pongo a un lado, con gran reverencia, el nombre de Heráclito. Mientras que el resto del pueblo de los filósofos rechazaba el testimonio de los sentidos porque éstos mostraban pluralidad y modificación, él rechazó su testimonio porque mostraban las cosas como si tuviesen duración y unidad. También Heráclito fue injusto con los sentidos. Estos no mienten ni del modo como creen los eléatas ni del modo como creía él, - no mienten de ninguna manera. Lo que nosotros hacemos de su testimonio, eso es lo que introduce la mentira, por ejemplo la mentira de la unidad, la mentira de la coseidad, de la sustancia, de la duración... La “razón” es la causa de que nosotros falseemos el testimonio de los sentidos. Mostrando el devenir, el perecer, el cambio, los sentidos no mienten... Pero Heráclito tendrá eternamente razón al decir que el ser es una ficción vacía. El “mundo aparente” es el único: el “mundo verdadero” no es más que un añadido mentiroso."
(2010 Y 2011)


J. Ortega y Gasset: El tema de nuestro tiempo.

"Hasta ahora la filosofía ha sido siempre utópica. Por eso pretendía cada sistema valer para todos los tiempos y para todos los hombres. Exenta de la dimensión vital, histórica, pers­pectivista, hacía una y otra vez vanamente su gesto definitivo. La doctrina del punto de vista exige, en cambio, que dentro del sistema vaya articulada la perspectiva vital de que ha ema­nado, permitiendo así su articulación con otros sistemas futuros o exóticos. La ra­zón pura tiene que ser sustituida por una razón vital, donde aquélla se localice y adquiera movilidad y fuerza de transformación. "
(2006)

"La perspectiva es uno de los componentes de la realidad. Lejos de ser su deformación, es su organización. Una realidad que vista desde cualquier punto resultase siempre idéntica es un concepto absurdo. Lo que acontece con la visión corpórea se cumple igualmente en todo lo demás. Todo co­nocimiento es desde un punto de vista determinado. La species aeternitatis, de Spinoza, el punto de vista ubicuo, absoluto, no existe propiamente: es un punto de vista ficticio y abs­tracto. No dudamos de su utilidad instrumental para ciertos menesteres del conocimiento; pero es preciso no olvidar que desde él no se ve lo real. El punto de vista abstracto sólo proporciona abstracciones."
(2006)

"El sujeto, ni es un medio transparente, un "yo puro" idéntico e invariable, ni su recepción de la realidad produce en ésta deformaciones. Los hechos imponen una tercera opinión, síntesis ejemplar de ambas. Cuando se interpone un cedazo o retícula en una corriente, deja pasar unas cosas y detiene otras; se dirá que las selecciona, pero no que las deforma. Esta es la función del sujeto, del ser viviente ante la realidad cósmica que le circunda. Ni se deja traspasar sin más ni más por ella, como acontecería al imaginario ente racional crea­do por las definiciones racionalistas, ni finge él una realidad ilusoria. Su función es claramente selectiva."
(2006)



"Durante siglos se viene hablando exclusivamente de la necesidad que la vida tiene de la cultura.
Sin desvirtuar lo más mínimo esta necesidad, se sostiene aquí que la cultura no necesita menos de la vida.
Ambos poderes -el inmanente de lo biológico y el trascendente de la cultura- quedan de esta suerte cara a
cara, con iguales títulos, sin supeditación del uno al otro. Este trato leal de ambos permite plantear de una
manera clara el problema de sus relaciones y preparar una síntesis más franca y sólida. Por consiguiente,
lo dicho hasta aquí es sólo preparación para esa síntesis en que culturalismo y vitalismo, al fundirse,
desaparecen".
(2007)


"El conocimiento es la adquisición de verdades, y en las verdades se nos manifiesta el universo
trascendente (transubjetivo) de la realidad. Las verdades son eternas, únicas e invariables. ¿Cómo es
posible su insaculación dentro del sujeto? La respuesta del Racionalismo es taxativa: sólo es posible el
conocimiento si la realidad puede penetrar en él sin la menor deformación. El sujeto tiene, pues, que ser
un medio transparente, sin peculiaridad o color alguno, ayer igual a hoy y mañana -por tanto, ultravital y
extrahistórico. Vida es peculiaridad, cambio, desarrollo; en una palabra: historia."
(2007)

"Hasta ahora la filosofía ha sido siempre utópica. Por eso pretendía cada sistema valer para todos
los tiempos y para todos los hombres. Exenta de la dimensión vital, histórica, perspectivista, hacía una y
otra vez vanamente su gesto definitivo. La doctrina del punto de vista exige, en cambio, que dentro del
sistema vaya articulada la perspectiva vital de que ha emanado, permitiendo así su articulación con otros
sistemas futuros o exóticos. La razón pura tiene que ser sustituida por una razón vital, donde aquélla se
localice y adquiera movilidad y fuerza de transformación."
(2007)



"Cada vida es un punto de vista sobre el universo. En rigor, lo que ella ve no lo puede ver otra. Cada individuo -persona, pueblo, época- es un órgano insustituible para la conquista de la verdad. He aquí cómo ésta, que por sí misma es ajena a las variaciones históricas, adquiere una dimensión vital. Sin el desarrollo, el cambio perpetuo y la inagotable aventura que constituyen la vida, el universo, la omnímoda verdad, quedaría ignorada (…) Hasta ahora la filosofía ha sido siempre utópica. Por eso pretendía cada sistema valer para todos los tiempos y para todos los hombres. Exenta de la dimensión vital, histórica, perspectivista, hacía una y otra vez vanamente su gesto definitivo. La doctrina del punto de vista exige, en cambio, que dentro del sistema vaya articulada la perspectiva vital de que ha emanado, permitiendo así su articulación con otros sistemas futuros o exóticos. La razón pura tiene que ser sustituida por una razón vital, donde aquélla se localice y adquiera movilidad y fuerza de transformación."
(2010)

"Desde distintos puntos de vista, dos hombres miran el mismo paisaje. Sin embargo, no ven lo mismo. La
distinta situación hace que el paisaje se organice ante ambos de distinta manera. Lo que para uno ocupa
el primer término y acusa con vigor todos sus detalles, para el otro se halla en el último, y queda oscuro y
borroso. Además, como las cosas puestas unas detrás se ocultan en todo o en parte, cada uno de ellos
percibirá porciones del paisaje que al otro no llegan. ¿Tendría sentido que cada cual declarase falso el
paisaje ajeno? Evidentemente, no; tan real es el uno como el otro. Pero tampoco tendría sentido que
puestos de acuerdo, en vista de no coincidir sus paisajes, los juzgasen ilusorios. Esto supondría que hay
un tercer paisaje auténtico, el cual no se halla sometido a las mismas condiciones que los otros dos.
Ahora bien, ese paisaje arquetipo no existe ni puede existir. La realidad cósmica es tal, que sólo puede
ser vista bajo una determinada perspectiva. La perspectiva es uno de los componentes de la realidad.
Lejos de ser su deformación, es su organización. Una realidad que vista desde cualquier punto resultase
siempre idéntica es un concepto absurdo."
(2011)





























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