La Selectividad ya está a la vuelta de la esquina. La prueba de acceso a la Universidad, que pronto será sustituida por una reválida en el marco de la reforma educativa,comenzará en Asturias los días 4, 5 y 6 de junio mientras que Andalucía es la comunidad donde más tarde tendrán lugar los exámenes, entre el 18 y el 21 de junio.
El resultado de estas pruebas es clave para la nota final de los alumnos, que decidirá a qué carreras pueden o no acceder, dado que la nota de Selectividad vale un 40% y la medida de bachillerato un 60%. Susana García, jefa de estudios del Centro Universitario San Bernardo, especializado en la preparación de la Selectividad, da nueve claves para que los alumnos superen con más facilidad las pruebas.
1-. APROVECHA LO QUE HAS HECHO ANTES
Hay una cosa clara: lo más recomendable de cara a la Selectividad es estudiar a lo largo de todo el curso. Pero la propia García reconoce que "no es habitual" que los alumnos sean tan constantes, por lo que la víspera de los exámenes tienen que pisar el acelerador a fondo. Pese a todo, la experta subraya que quien esté preparando las pruebas debe aprovechar su trabajo de todo el curso: "Esquemas, resúmenes, apuntes, gráficos..."
2-. SELECCIONA MATERIA
García asegura que a la hora de preparar la Selectividad hay que ser claros: si no se ha estudiado a lo largo del curso, es imposible memorizar el 100% de la materia para las pruebas. "No queda más remedio que hacer una selección y, para eso, es imprescindible estudiar los temas más importantes". ¿Cómo saber qué es lo fundamental? Consultando qué materia ha entrado en exámenes anteriores, en qué aspectos han puesto el énfasis los profesores...
3-. ESCRIBE LO QUE SABES DE LA MEJOR FORMA POSIBLE
La jefa de estudios del Centro Universitario San Bernardo explica que, de promedio, un estudiante llega a los exámenes sabiéndose aproximadamente el 60% "o menos" de la materia: "Con ese panorama hay que exponer lo que uno sabe de la mejor manera posible. Para responder, hay que adaptar lo que se sabe a la pregunta que hacen y empezar con la información más importante sin dar rodeos. Ordenar la información es fundamental porque, a veces, sabiendo poco puedes defender tu respuesta y, otras veces, sabiendo mucho no consigues argumentarlo correctamente".
4-. NO CAMBIES TUS RUTINAS
La importancia de la Selectividad provoca que algunos estudiantes varíen sus rutinas de estudios. Error. "Para el examen no conviene hacer ningún cambio significativo. Si uno está acostumbrado a estudiar mientras bebe café o un refresco, perfecto" señala García. Subraya que, para alumnos que no acostumbran beberla, una tila para calmar los nervios puede ser fatal. Lo mismo ocurre si alguien nunca toma bebidas estimulantes y antes de los exámenes las bebe. "No se sabe cómo puede reaccionar el cuerpo", destaca García.
5-. EL DÍA ANTES DEL EXAMEN HAZ LO QUE QUIERAS, PERO LA NOCHE ANTES DESCANSA
Los expertos no se ponen de acuerdo sobre si el día antes de la Selectividad hay que descansar o dar un último repaso. "Depende de cada caso. Hay muchos alumnos que nos dicen: 'Menos mal que repasé la tarde antes, porque justo eso fue lo que entró en el examen", explica la experta. Lo que tiene que quedar descartado es pretender estudiar todo 24 horas antes, porque no sirve de nada.
Los expertos sí coinciden en que la noche antes del inicio de la Selectividad hay que dormir (o al menos intentarlo, descansar en la cama) porque ese momento de relajación es fundamental.
6-. AÍSLATE EN EL EXAMEN
Una vez que llegues a la sala del examen, intenta centrarte en los folios y evita distraerte con lo que hacen los demás. "Conseguirlo es complicado porque el mismo ambiente distrae, sobre todo al inicio de la prueba", explica García, quien destaca que las referencias del exterior "no siempre son válidas". "Puedes ver a tu lado a gente que está escribiendo mucho mientras tú todavía estás pensando en qué vas a decir. Eso pone muy nervioso y al final no conduce a nada", argumenta la experta.
7-. NO TE CASTIGUES POR LOS FALLOS

Al igual que no conviene mirar a los compañeros durante la prueba, tampoco es recomendable comentar las preguntas y los fallos después. "Hay que ver cada prueba como si fuese única, independiente. Si durante el segundo examen estás pensando en los fallos del primero, no vas bien. Solemos magnificar los errores y tendemos a preocuparnos más de lo oportuno. Y esos pensamientos negativos restan capacidad. Hay que dejar que los correctores hagan su trabajo y nosotros seguir a lo nuestro", explica García.
8-. NO DEJES HUECOS EN BLANCO
En los exámenes no conviene dejar grandes espacios en blanco, porque es una manifestación de que "no se tiene ni idea" de una cuestión. Si en el examen te encuentras con que no sabes algo, intenta responderlo o abandónalo por completo. "Es mejor no poner el número de la pregunta y luego un espacio en blanco, porque eso es una declaración de ignorancia. Es decirle al corrector: 'Mira, aquí te dejo este hueco en blanco porque no tengo ni idea'. Haz como si esa pregunta no existiese" recomienda García.
9-. CONTROLA EL TIEMPO
Cada examen de las pruebas tiene un tiempo límite que suele rondar la hora y media. Por eso, es recomendable tener el tiempo controlado en todo momento, porque tan malo como dejar un hueco en blanco es no poder acabar la prueba. García asegura que este aspecto no es muy preocupante para la mayoría de los estudiantes: "Durante el curso, hacen muchos exámenes de prueba que son muy similares a los que se van a encontrar y ya tienen el hábito interiorizado".