Aunque con un poco de retraso y a pesar de lo adverso de la climatología, finalmente conseguimos entrar en la caverna. Aprendimos de lo que el sol puede darnos y nos animamos a apreciar la oscuridad y el silencio cavernícola. Fue una grata experiencia.
Os dejo aquí, las fotos que nos hicieron y os animo a que enviéis vuestras fotos al correo del blog.
0 comentarios:
Publicar un comentario