Se llamó Ludwig Wittgenstein, de origen austríaco y ascendencia judía (quizás compartió escuela con Adolf Hitler, ¡qué cosas!), estudió ingeniería y se estableció en Inglaterra para trabajar en el diseño de motores de aviación. Su pasión por las matemáticas le puso en contacto con Bertrand Russell, de quien fue discípulo y antagonista. En Cambrigde, junto a Russell y otros figurones de la cultura europea de la época, como Moore o Keines, se rehizo como filósofo y publicó su revolucionario "Tractatus Lógico-Philosóphicus". Más adelante mostraría su rechazo a las ideas del "Tractatus.." en sus "Investigaciones filosóficas". También rechazó la filosofía durante un periodo de su vida, para ser maestro de escuela. Rechazó su herencia (pertenecía a una familia muy adinerada) y por último rechazó un tratamiento contra el cáncer que padecía y que podría haberle salvado la vida. Genio y figura.
Mantuvo una postura muy crítica hacia la ciencia y la técnica, y de él es el texto que os propongo para que reflexionéis en vuestra primera disertación:
"No es insensato pensar que la era científica y técnica es el principio del fin de la humanidad, que la idea del gran progreso es un deslumbramiento, como también la del conocimiento final de la verdad, que en el conocimiento científico nada hay de bueno o deseable, y que la humanidad que se esfuerza por alcanzarlo corre a una trampa"
¿Tenía razón Wittgenstein?, ¿es verdad que el progreso conduce la la humanidad hacia la catástrofe global?, ¿estamos deslumbrados por un espejismo?.
¡A por ello!
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