¡Fíjate!, un humano viejuno se parece más a un chimpacé jovencito que a uno viejuno. Cosas de la neotenia.
¿Alguna vez te has preguntado por qué nos gustan tanto los bebés, los peluches y los personajes de anime con esos ojos grandootes?, ¿por qué nos resultan tan tiernos los gatitos y los perritos pugs?. Esta entrada te ayudará a entenderlo: Resulta que hemos sido diseñados genéticamente, a través del proceso evolutivo, para adorar las formas redonditas, los ojos grandes, y la boquita pequeña. Eso es justo lo que nos enamora en un pringoso y lloriqueante bebé humano, se trata de una atracción irresistible que impulsa a papá y mamá a cuidarlo abnegadamente hasta que se convierte en un adolescente refunfuñón e introvertido. Y más allá.
Hoy vamos a dedicar nuestra segunda sesión de filosofía en el confinamiento a estudiar el proceso de selección natural que nos convirtió en lo que somos y en el que la "neotenia" tiene un papel muy importante. Resulta que nacemos a "medio hacer", absolutamente vulnerables e incapaces de valernos por nosotros mismos. Por eso necesitamos a una comunidad humana altruista y abnegada, que nos cuide y nos mime. Resulta que el truco evolutivo para la supervivencia de nuestra especie es, y ha sido siempre la cooperación.
Para ayudaros a entender este tema os recomiendo que veáis estos dos vídeos, del primero podéis prescindir del primer friki-minuto.
Este segundo pertenece al canal Unboxing Philosophy, que me encanta, completa y resume el anterior. Además detalla la diferencia entre "Proceso de hominización" y "proceso de humanización", que es el tema que nos ocupa.
Y si queréis saber algo más del maravilloso truco evolutivo de la neotenia, podéis consultar también este enlace.
Estas dos extrañas palabrejas fueron utilizadas por Immanuel Kant, uno de los más grándes filósofos de la historia, que abordo (y bordó) un análisis de la realidad y de nuestro modo de conocerla tan original e impactante que, con justicia, podemos afirmar que, en la historia del pensamiento hay un "antes" y un "despues" de Kant.
Fue un hombrecillo maniatico, con una vida rutinaria. Nunca salió de su su ciudad natal: Königsberg, a pesar de ello se convirtió en una celebridad, y a su muerte, fue enterrado con grandes honores. Puedes saber más cosas sobre la biografía de Kant en esta página.
Las ideas de Kant sobre la realidad y nuestra relación con ella, es decir nuestro conocimiento del mundo, son complejas. No obstante vamos a intentar aclarar algo las líneas generales de su epistemología, de acuerdo a lo que él explicó en su obra más célebre: la "Crítica de la Razón Pura" (que publicó en 1781).
Veamos: Kant estudió en la Universidad de Königsber las ideas de Descartes y del resto de los racionalistas, asumiendo con entusiasmo que la razón es el tribunal que establece lo que es realmente verdadero y lo que no, pero más adelante, leyó la obra del filósofo empirista escocés David Hume, y entendió la importancia de la experiencia sensible en el conocimiento.
Así que buscó una descripción del funcionamiento de nuestra razón al construir el conocimiento en la que se reconociese la importancia de los datos procedentes de nuestra sensibilidad, pero que, al mismo tiempo tuviese en cuenta que es nuestra razón la que procesa, organiza y sintetiza todos estos datos.
Para entender su teoría, fíjate en este ejemplo: podríamos comparar el conocimiento con una pared que fuésemos construyendo. Para levantar nuestro muro, tan necesarios son los ladrillos como el cemento. Los ladrillos serían los datos sensibles, pero éstos, en sí mismos, no tienen ninguna consistencia si no los unimos con un cemento: pues bien, este sería el papel de nuestra razón: aporta el "cemento" que permite encajar unos ladrillos con otros. El "cemento" de nuestro conocimiento son una serie de conceptos generales como el de espacio y tiempo, que son las coordenadas de nuestras percepciones o las ideas de unidad, sustancia, causa, pluralidad, y otras muchas, que nos permiten unificar y comprender lo que percibimos. (Si quieres una explicación más detallada de todo esto revisa esta página). Lo interesante y original en Kant, es cómo consigue relacionar y complementar dos concepciones del conocimiento que, en principio, parecían incompatibles: ni nuestros sentidos nos engañan, como decía Descartes, ni todo lo que sabemos procede únicamente de la percepción, como decía, por ejemplo, Berkeley para quien "ser es ser percibido".
Dos "fenómenos" futbolísticamente hablando!
Y aquí es dónde aparecen las dos palabrejas del título de la entrada. Yo solo puedo entender la realidad del modo en que mí razón puede organizarla. Nunca, explica Kant, podré conocer como es la realidad en sí misma (el NOÚMENO), sino solamente tal y como es para mí (EL FENÓMENO), es decir, al modo en que mi razón la interpreta y organiza de acuerdo con las herramientas que mi razón posee.
Obviamente, puedo pensar que exista una realidad en sí, más allá de lo que yo puedo conocer de ella. Pero nunca podré conocerla, ya que mi conocimiento está circunscrito a lo que mi razón organiza y al modo en que mi razón lo organiza el mundo real.
Quizás este vídeo te ayude a comprender un poco mejor esta complicada cuestión:
Nuestro amigo Calvin no es en absoluto kantiano, y por eso es víctima de la contradicción que supone no querer para los demás lo que uno quiere para sí. Precisamente Kant, en su ética lo que nos propone es que nos convirtamos en legisladores universales, es decir: que actuemos de tal modo que lo que el principio moral que guíe nuestra actuación podamos considerarlo válido para toda la humanidad. Por ejemplo, la idea de que ningún ser humano puede ser utilizado como un medio para conseguir otras cosas, sino que todos y todas somos fines, a Calvin seguro que le hubiera ido mucho mejor si hubiese entendido a Kant.
Marta Larrauri lo explica estupendamente en este programa de televisión, que te recomiendo que veas, como introducción a tu estudio de la ética kantiana.
Vamos a estudiar este tema contando con los materiales para clase que tenéis en Edmodo, pero si tenéis dificultades, también podéis repasar viendo este vídeo. Creo que es una explicación clara y entretenida.
No olvidéis que, como en el resto de su filosofía, el dominio de la jerga peculiar de nuestro filósofo, es clave para poder comprender sus ideas, así que ¡ánimo y adelante!
Pasará el tiempo y, al revisitar esta entrada, recordaremos un tiempo felizmente superado. Mientras tanto no tenemos más remedio que apechugar con lo que nos toca, y lo que tenemos es a Kant on line. ¡Menudo desafío!
No os desesperéis si notáis a vuestra mente a punto de explotar. Sois inteligentes y perseverantes, nada, ni siquiera Kant, se os va a resistir.
En la obra "Critica de la Razón Pura", Kant expone su epistemología. Quiero poner de relieve que la mayor dificultad que vais a encontrar para entender su pensamiento es una cuestión de jerga. Nuestro filósofo utiliza un vocabulario muy peculiar, pero comprensible. Como recursos para vuestro trabajo tenéis los apuntes (desde la página 3 a la 7), el glosario de términos que tenéis en los propios apuntes (desde la página 13 a la 16), la presentación que hubiese usado en clase si (snifff) hubiéramos tenido la oportunidad (hasta la diapositiva número 22), todo ello en vuestra carpeta de Edmodo. Por último, tenéis un esquema de la epistemología kantiana en el "mapa de Kant" que os he dejado también en la carpeta: solo la primera cara de folio.